Rusia lanzó un estruendoso bombardeo aéreo sobre Ucrania durante la noche, disminuyendo aún más las esperanzas de que las partes en conflicto puedan alcanzar un acuerdo de paz en el corto plazo, días después de que Kiev avergonzara al Kremlin con un sorprendente ataque con drones a aeródromos militares en el interior de Rusia.
El bombardeo fue uno de los más feroces de los tres años de guerra, duró varias horas, golpeó seis territorios ucranianos y mató al menos a cuatro personas e hirió a unas 50 más, informaron el viernes funcionarios ucranianos. Entre los muertos se encontraban tres trabajadores de emergencias en Kiev y una persona que fue sacada de los escombros de un edificio de apartamentos en una ciudad del noroeste del país.
El ataque se produjo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijera que su homólogo ruso, Vladímir Putin, le dijo que Moscú respondería al ataque de Ucrania el domingo a aeródromos militares rusos. También fue horas después de que Trump dijera que tal vez sería mejor dejar que Ucrania y Rusia “luchen por un tiempo” antes de separarlos y buscar la paz. Estas declaraciones fueron un desvío notable de sus frecuentes llamados a frenar la guerra e indicaban que el mandatario podría estar renunciando a los recientes esfuerzos de paz.
“Rusia no cambia sus costumbres”, afirmó el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy.
La guerra ha continuado sin tregua incluso cuando el esfuerzo diplomático liderado por Washington para llegar a un acuerdo dio lugar a dos rondas de conversaciones de paz directas entre delegaciones de Moscú y Kiev. Las negociaciones no lograron avances significativos y las partes siguen estando muy alejadas en cuanto a sus condiciones para poner fin a los combates.