Arabia Saudí. — Las conversaciones de alto nivel entre delegaciones de Ucrania y Estados Unidos sobre cómo poner fin a la guerra que enfrenta a Kiev y Moscú desde hace tres años comenzaron en Arabia Saudí el martes, horas después de que las defensas antiaéreas rusas derribaron más de 300 drones ucranianos en el mayor ataque de este tipo desde que el Kremlin ordenó la invasión a gran escala de su vecino.
Dos personas murieron y otras 18 resultaron heridas, incluyendo tres menores, en el masivo ataque con aviones no tripulados que afectó a 10 regiones rusas, según las autoridades. No se reportaron daños a gran escala.
Rusia, por su parte, lanzó 126 drones Shahed y otros aviones no tripulados, además de un misil balístico hacia Ucrania el martes, informó la fuerza aérea ucraniana, como parte del implacable bombardeo del Kremlin contra zonas civiles durante la guerra.
En la ciudad saudí de Yeda, a orillas del mar Rojo, los reporteros pudieron entrar brevemente a la sala donde la delegación de alto nivel ucraniana se reunió con el jefe de la diplomacia estadounidense para discutir el final del mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, sonrió a las cámaras. Al ser preguntado sobre sus expectativas para la reunión, levantó el pulgar y respondió: “Buenas”.
Al otro lado de la mesa, los representantes ucranianos, incluyendo el jefe de la diplomacia y el de defensa, se sentaron sin mostrar expresión al inicio del encuentro en un hotel de lujo.
Ni las autoridades ucranianas ni las estadounidenses realizaron comentarios de inmediato sobre el ataque con drones en Rusia.
Pero el asesor presidencial ucraniano, Andriy Yermak, quien también participaba en las conversaciones, dijo a los reporteros que lo más importante era “cómo lograr una paz justa y duradera en Ucrania”. Afirmó que las garantías de seguridad eran importantes para evitar que Rusia vuelva a invadirla en el futuro.
En 2014, el Kremlin se apoderó de la península de Crimea y apoyó a las milicias prorrusas en el este de Ucrania. Estas conquistaron de amplias zonas en las regiones de Donetsk y Luhansk y lucharon contra las fuerzas de Kiev durante los siguientes ocho años.
El ministro saudí de Exteriores estuvo presente en las conversaciones, mientras las banderas de Estados Unidos, Arabia Saudí y Ucrania ocupaban el fondo de la sala. Los asistentes no respondieron a las preguntas de la prensa.
En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Estados Unidos informará a Rusia sobre los resultados de las conversaciones en Yeda, lo que describió como “práctica normal”.
Oportunidad para mejorar la relación entre EEUU y Kiev
Las conversaciones reflejan un nuevo esfuerzo diplomático tras una discusión sin precedentes durante la visita del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, a la Casa Blanca el 28 de febrero.
Ucrania necesita persuadir urgentemente a Washington para que ponga fin a la suspensión de su ayuda militar y del intercambio de inteligencia tras el altercado en la Oficina Oval. Funcionarios estadounidenses han dicho que unas conversaciones positivas en Yeda podrían significar que la suspensión podría ser breve.
Funcionarios ucranianos dijeron a The Associated Press el lunes que propondrán un alto el fuego que abarque el Mar Negro, lo que permitiría un transporte marítimo más seguro, así como los ataques con misiles de largo alcance que han afectado a la población civil en Ucrania, y la liberación de prisioneros.
Los dos altos funcionarios ucranianos afirmaron que Kiev estaría listo para firmar un acuerdo con Washington sobre el acceso a los minerales de tierras raras de Ucrania, algo que el presidente Donald Trump está ansioso por lograr.
En el avión de camino a Yeda, Rubio indicó que la delegación estadounidense no propondría medidas específicas para asegurar el fin del conflicto, sino que quería escuchar lo que Ucrania estaría dispuesta a considerar.
“No voy a establecer ninguna condición sobre lo que tienen que hacer o necesitan hacer”, dijo Rubio a los periodistas que lo acompañaban.
“Creo que queremos escuchar para ver hasta dónde están dispuestos a llegar y luego compararlo con lo que quieren los rusos y ver qué tan lejos estamos realmente”.
Rubio dijo que el acuerdo sobre tierras raras y minerales críticos podría firmarse durante la reunión, pero remarcó que no era una condición previa para que Estados Unidos avanzara en las discusiones con Kiev o Moscú.
Señaló que, de hecho, podría tener más sentido tomarse un tiempo para negociar los detalles concretos del acuerdo, que ahora es un memorando de entendimiento amplio que deja fuera muchos detalles específicos.
El Kremlin, firme en sus condiciones para la paz
El Kremlin no ha ofrecido públicamente ninguna concesión. Rusia ha dicho que está lista para el cese de las hostilidades con la condición de que Ucrania abandone su intento de ingresar a la OTAN y reconozca las regiones ocupadas por Moscú como rusas. Las fuerzas de Moscú han capturado casi una quinta parte del país vecino desde que comenzó la guerra.
Las fuerzas rusas han mantenido el impulso en el campo de batalla durante más de un año —aunque con un alto costo en infantería y blindados— y están avanzando en puntos concretos a lo largo de los 1.000 kilómetros (600 millas) de la línea del frente, especialmente en la región oriental de Donetsk, contra un debilitado y cansado ejército rival.
Ucrania ha invertido mucho en el desarrollo de su industria armamentística, especialmente en drones de alta tecnología que han llegado al interior del territorio ruso.
La mayoría de los drones ucranianos lanzados durante la noche —126— fueron derribados en la región fronteriza de Kursk, partes de la cual están controladas por las fuerzas ucranianas, y 91 más fueron derribados en la región de Moscú, explicó un comunicado del Ministerio de Defensa del Kremlin.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, dijo que más de 70 aviones no tripulados tuvieron como objetivo la capital rusa y fueron derribados cuando se dirigían hacia allí, en el mayor ataque único contra Moscú desde el inicio de la guerra.
Andrei Vorobyov, gobernador de la región de Moscú, que rodea la capital rusa, señaló que el operativo causó daños en varios edificios residenciales y vehículos.
Se restringió temporalmente el aterrizaje y despegue de aviones en seis aeropuertos, incluyendo los de Domodedovo, Vnukovo, Zhukovsky y Sheremetyevo a las afueras de Moscú, y en las regiones de Yaroslavl y Nizhny Novgorod.