Tras recuperar su envidiable figura después del nacimiento hace menos de un año de su bebé Franco, Francisca estaba disfrutando de su estilizado perfil que veía reflejado en el espejo y los piropos de sus fanáticos en Instagram.
“Perdí 45 libras, estaba como modelito, pero el esposo no la puede ver a una flaca ni sexy ni bella ¡Dios mío, porque viene otro bebé!”, cuenta entre risas la copresentadora de Despierta América, quien revela en exclusiva a People en Español que espera su tercer hijo con su esposo, el empresario italiano Francesco Zampogna.
«¡Yo duré flaca un mes y otra vez aquí vamos!”, añade la vocera de YesYouCan, quien siguió el método de su amigo Alejandro Chabán para ponerse en forma, además de llevar una nutrición saludable y hacer ejercicio a diario. “Yo no pensaba que iba a quedar embarazada tan rápido porque Franco apenas va a cumplir el año en febrero”, cuenta la exreina de Nuestra Belleza Latina, quien es mamá de Gennaro, de 3 años, y Franco, de 11 meses. y ha sorprendió a sus colegas y a los televidentes con esta feliz noticia. “Este es la grande finale para nosotros, ya no vamos a tener más, a menos que Dios diga otra cosa”, afirma la estrella dominicana de 35 años. A lo que su esposo agrega: “Es emocionante, siempre quise una familia grande. Siempre hablamos de tener tres”.
Todos en casa son “equipo niña” dice Francisca, quien anhela tener una hija. “Yo no me quiero hacer ilusiones porque en la familia de mi esposo todos son varones, del lado de mi mamá todos los nietos son varones y con Franco pensé que era una niña y salió un niño”, cuenta la conductora del podcast Soy Francisca. “Mi corazón me dice que tal vez es la niña, pero bloqueo el pensamiento”, admite la presentadora, quien ya está en su cuarto mes, y espera que el (o la) bebé nazca en julio. “Digo: Diosito lo que tú quieras, solo mándame un bebé saludable”.
Francisca pasó un gran susto al principio de este embarazo. Cuando no le llegó su período en noviembre, se hizo la prueba ella sola en casa y al ver que salió positiva, decidió esperar hasta el Día de Acción de Gracias para darle la sorpresa a su esposo. “Fue un martes que me enteré y no le había dicho nada a nadie. El viernes salí del trabajo, fui a cenar con Francesco y cuando regresé a la casa me empecé a sentir mal, empecé a tener escalofríos, tenía unos cólicos horribles, me dolía mucho la espalda. Lo primero que pensé es: estoy perdiendo el bebé”, recuerda. “Para colmo voy al baño y veo sangre”, cuenta la autora de Una reina como tú, quien para no alarmar a su familia vivió esta angustia en silencio.
Esa noche le pidió a su mamá, Divina Montero, de 60 años, quien vive con ellos, que cuidara a su bebé Franco para poder dormir y descansar, esperando que pasara el malestar. “Me levanté al otro día y me dejé de sentir embarazada. No me sentía con náuseas, me puse triste y dije: ‘Perdí al bebé‘”, cuenta Francisca, quien decidió hablar con su esposo. “Me senté con Francesco y le dije: ‘Baby, estábamos embarazados, pero creo que ya no, porque me pasó esto‘”. La pareja mantuvo la calma y Francisca fue a ver a su médico. Allí un sonograma confirma que estaba embarazada, de unas cinco semanas, pero el médico les aconseja que no celebren aún, hasta escuchar el latido del corazón del bebé a la sexta semana.
“El doctor me dijo: ‘No te puedo decir si tiene vida o no’. Fue una agonía horrible”, recuerda Francisca, quien sintió un gran alivio cuando le confirmaron que todo marchaba bien. “Cuando oímos el corazón nos emocionamos, se nos aguaron los ojos”, recuerda ella. “Ese latido del corazón inicial es como una explosión de emoción”, añade Francesco. Su hijo Gennaro acompañó a sus padres a la cita con el obstetra porque recién había salido de la escuela.
“Hace una pausa de tres segundos y me dice: ‘Mamá, ¿tú tienes un bebé en tu panza?’. Le dije que sí y me dijo: ‘Quiero que sea una bebé’”, cuenta de su primogénito. “Sería un nombre así como el de sus hermanos, fuerte, italiano, que le pegue con su apellido”, dice sobre su tercer bebé, quien solo se llevaría unos meses con su hermanito Franco, al igual que Francisca y su hermano Ambriorix, quien es solo unos meses menor que ella.
“Yo la felicito a ella porque veo como ella se maneja con sus dos bebés, dándoles cariño a ambos, luchando”, cuenta su madre, Doña Divina. “Cuando viene de trabajar no dice ‘déjame acostarme’, se quita la ropa del trabajo y se pone a jugar y a darle cariño a ellos. Me llena de satisfacción que ella sea así”.
Su esposo también elogia a Francisca. “Es fenomenal, ellos la aman y ella hace un trabajo increíble. Es una madre maravillosa”. El antiguo jugador de fútbol americano dice que aborda la paternidad con el dinamismo de un partido, dando lo mejor de sí cada día, sea acompañando a Gennaro a una excursión al zoológico con su escuela o cuidando a su bebé Franco cuando Francisca está muy atareada.
A Francesco se le aguan los ojos al hablar de sus hijos. “Acabo de llamar a mi papá el otro día y le dije: ‘Puedo escuchar tu voz’”, cuenta Francesco, quien recuerda momentos de su propia niñez con su padre y sus hermanos cuando está con Franco y Gennaro, a quienes les enseña muchas de las cosas que aprendió de su padre. “Mi papá me decía: ‘Un día este vas a ser tú”, hablándole —cuando él era un niño— del día en que se convertiría en padre. “Estoy viviendo un sueño”, dice Francisca sobre la familia que ha construido. “Con sus retos, pero es pura bendición”.