SANTO DOMINGO.- El Ministro de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret, advirtió este viernes que República Dominicana no cederá su soberanía, ya que hará cumplir sus leyes migratorias, “que son del exclusivo dominio del Estado Dominicano”.
El funcionario dijo que el Gobierno no aceptará injerencia de ningún otro país en asuntos de soberanía nacional.
“Reiteramos la posición que el gobierno dominicano ha externado, y es la de que en la República Dominicana no hay apátridas. En la República Dominicana se presentaron algunos inconvenientes a propósito de personas que no estaban debidamente registradas de acuerdo a la ley y para ello el Congreso votó una ley, que fue la ley 169-14, que regularizó esta situación”, destacó Amarante Baret en un comunicado de prensa enviado por el ministerio que dirige.
Resaltó que “por lo tanto, somos un Estado soberano y en esto la República Dominicana no va a ceder. Las normas migratorias son del exclusivo dominio soberano del Estado Dominicano”.
Periodistas preguntaron a Amarante Baret sobre el anuncio hecho por la candidata del presidente Donald Trump a embajadora de Estados Unidos en República Dominicana, Robin Berstein, de que vendría a defender a los apátridas.
“No quiero calificar las opiniones que se han publicado sobre este tema, sólo he visto lo que ha salido en la prensa. En todo caso, nosotros no aceptamos ningún tipo de injerencia en asuntos que son de la exclusiva soberanía de nuestro país”, insistió.
Apuntó que las organizaciones internacionales y países que le han dado la espalda a Haití, entienden que los problemas de la vecina nación deben ser resueltos por la República Dominicana, “y es bueno que quede bien claro el mensaje que siempre hemos dado: lo que íbamos a hacer como una contribución a la estabilidad en Haití, ya lo hicimos con el Plan de Regularización, regularizar una mano de obra que se somete a los requisitos establecidos en dicho Plan y a la Ley de Migración”.
A raíz de un informe de Amnistía Internacional en febrero último, que denunciaba una supuesta apatridia de descendientes de haitianos, Amarante Baret lo rechazó “por mendaz e intervencionista”.