COPENHAGUE.- Un tribunal danés iniciará mañana el juicio contra el inventor Peter Madsen, acusado del homicidio de la periodista sueca Kim Wall, que fue descuartizada a bordo de su submarino en un macabro caso con repercusión mundial que sacudió al país.
Madsen, un inventor aficionado muy popular en Dinamarca por sus diseños de cohetes y sumergibles, está acusado de torturar y matar el pasado 10 de agosto a Wall, a quien había invitado a bordo para concederle una entrevista.
El fiscal ya ha revelado que pedirá cadena perpetua o, de forma subsidiaria, custodia -pena prorrogable indefinidamente para reos peligrosos-, una vez que se ha determinado que el inventor no padece ninguna enfermedad mental seria.
El homicidio ocurrió con “planificación previa”, según el fiscal, que acusa a Madsen de llevar a bordo del submarino una sierra, cuchillos, destornilladores, tiras y tubos metálicos.
Según su investigación, el hombre ató la cabeza, brazos y piernas de la periodista, la golpeó y le practicó pinchazos y cortes en los genitales antes de matarla y tirarla al mar descuartizada.
El modo en que murió la reportera, cuyos restos mutilados fueron encontrados en una búsqueda de varios meses en la costa danesa, no se conoce con seguridad, pero la hipótesis es decapitación o estrangulamiento.
El fiscal -que acusa también al inventor de relación sexual sin coito, trato indecente del cadáver y de violar las leyes marítimas- ha insistido en comparecencias anteriores en la afición por el sadomasoquismo del inventor, en cuyo ordenador había vídeos de mujeres ejecutadas y torturadas, que él asegura que no son suyos.
Según ha confesado a la televisión danesa el novio de la periodista, la pareja, que se iba a mudar unos días después a China, celebraba con unos amigos una fiesta de despedida junto al muelle, a pocos cientos de metros del taller de Madsen, cuando éste le envió un mensaje aceptando la entrevista si se hacía esa misma tarde.
Fue el novio quien dio el aviso a la policía danesa de madrugada al no tener noticias de su pareja, y se inició una búsqueda que finalizó al día siguiente por la mañana, cuando Madsen reapareció en Køge (sur de Copenhague), donde fue rescatado antes de hundirse la nave.
El hombre dijo que la reportera había desembarcado horas después del inicio del viaje, pero fue cambiando la declaración en los días sucesivos según avanzaba la investigación policial.
En su siguiente versión aseguró que la mujer murió al caerle la escotilla de forma accidental y que arrojó el cadáver al mar, entero y con ropa, tras navegar horas sin rumbo y pensando en el suicidio.
Al constatarse que el cráneo de Wall no tenía fracturas, el acusado -en prisión preventiva desde agosto y que se declara inocente- afirmó que había muerto intoxicada por monóxido de carbono mientras él estaba en cubierta y admitió haber descuartizado su cuerpo.
De acuerdo con el plan inicial del juicio, que incluye doce días de vistas y cuya sentencia se espera para el 25 de abril, el inventor podría empezar ya a declarar mañana, lo que ha aumentado el interés por el caso.
En la vista del pasado 5 de septiembre para renovarle por primera vez la prisión preventiva, compareció con un traje de camuflaje de los que solía lucir a diario y admitió sus contactos con círculos sados y haber tenido sexo con varias mujeres en el submarino, que usaba a menudo también como su vivienda.
“Cohete” Madsen, como le llama la prensa danesa, se hizo muy conocido por sus diseños de submarinos y por ser el cofundador de la firma Copenhagen Suborbitals, creada en 2008 con el objetivo de lanzar al espacio monoplazas tripulados y que ha hecho despegar con éxito cohetes experimentales sin personas a bordo.
El inventor, a quien según medios daneses su mujer lo ha dejado mientras estaba en prisión, se enemistó con sus socios hace unos años y creó su propio proyecto espacial, aunque atravesaba problemas serios de financiación, según su biógrafo y varios conocidos.
La periodista sueca Kim Wall
Una de sus amantes afirmó en una entrevista reciente que Madsen le había confesado días antes de la muerte de Wall en tono desenfadado que planeaba matar a alguien en el submarino, mientras que un excolaborador reveló una conversación entre los dos en la que el inventor dijo soñar con cometer un día el crimen perfecto.EFE