Como cada año, este 14 de febrero millones en el mundo celebran el sentimiento más noble y poderoso que puede experimentar el ser humano: el amor.
La forma tradicional de celebrar este día, también llamado de San Valentín, incluye el intercambio de tarjetas con mensajes románticos, flores, chocolates y cenas a la luz de las velas.
La verdadera historia del Día de San Valentín
Se trata de una festividad religiosa, ya que se la conoce por el nombre de un santo. Y no se trata de un santo cualquiera, sino de uno que se reveló al poder en su momento y sufrió las consecuencias por ello.
En la Roma del siglo III, el emperador Claudio II decidió prohibir los matrimonios de los jóvenes, considerando que los solteros sin familia eran mejores soldados al no tener vínculos sentimentales ni ataduras de pareja. Tampoco hay que obviar el hecho de que en esta época el cristianismo fue prohibido en Roma.
Un sacerdote llamado Valentín consideró que esto era un error y decidió saltarse la orden y casar en secreto a todos los jóvenes enamorados que así lo quisieran. Al enterarse el emperador de este acto de rebeldía sentenció a muerte al sacerdote Valentín, un 14 de febrero del año 270.
San Valentín es el patrón de los Enamorados y es por ello que se celebra todos los años el 14 de febrero el Día de San Valentín o Día de los Enamorados.
Existen numerosas leyendas alrededor de la historia de San Valentín. Una de ellas señala que mientras el sacerdote Valentín estaba en los calabozos esperando su fatal destino, se enamoró de una joven ciega que también se encontraba encarcelada y a la que cursó el milagro de poder ver antes de morir.
Se tiene registro de que el primer día de San Valentín fue celebrado el 14 de febrero de 494. Al principio, la fiesta era oficial de la Iglesia Católica, hasta que, en 1969, durante el Concilio Vaticano II se eliminó del calendario litúrgico.