Estados Unidos advirtió este martes que la comunidad internacional no irá “al rescate” de Haití para solucionar la grave crisis de seguridad que vive el país caribeño, ocasionada por el auge de las bandas armadas.
Así lo dejó establecido el subsecretario de Estado para la Lucha contra el Narcotráfico, Todd Robinson, durante una visita a Puerto Príncipe, en la que anunció una donación de 60 vehículos y de 200 equipos de protección a la Policía Nacional de Haití.
“Al final de cuentas, no va a ser la comunidad internacional la que venga al rescate de Haití. Van a ser los haitianos, van a ser las autoridades haitianas, va a ser la Policía haitiana quienes van a ser responsables de la seguridad en el país”, aseveró Robinson en una comparecencia de prensa en la embajada de su país en Puerto Príncipe.
No obstante, Robinson, quien encabeza la tercera delegación de alto nivel enviada por Washington a Haití desde finales de septiembre, aseguró que la seguridad en Haití es una “prioridad” para Estados Unidos.
Ante preguntas de la prensa, Robinson afirmó que no tiene “ninguna información” sobre el envío de tropas estadounidenses a Haití o a la vecina República Dominicana.
También matizó las declaraciones realizadas hace dos semanas por la portavoz de la Casa Blanca Jen Psaki sobre la posibilidad de que Estados Unidos apoye a la Policía de Haití en su intento de abrir corredores seguros para permitir el reparto de combustible, que ha sido interrumpido por los bloqueos que imponen las bandas armadas.
Robinson aclaró que el compromiso de Estados Unidos es trabajar con las autoridades haitianas “en general”, descartando de forma tácita el despliegue de fuerzas de seguridad sobre el terreno.
El anuncio más concreto fue la donación de 60 vehículos a la Policía Nacional para enfrentar a las bandas armadas, que han multiplicado sus ataques desde comienzos de septiembre, aprovechando la inestabilidad política agravada tras el asesinato del presidente Jovenel Moise, cometido el 7 de julio pasado.
Dijo que “en los próximos días” se entregarán 200 equipos de protección a los agentes que están en la primera línea del combate contra las bandas.
Las pandillas son responsables de secuestros, asesinatos, robos y violaciones que atemorizan a la población y desde mediados de septiembre han causado una crisis de desabastecimiento de combustible, con sus ataques a los camiones cisterna e imponiendo bloqueos de carreteras.
Washington sí envió a Puerto Príncipe un equipo del FBI para tratar el caso del secuestro de un grupo de misioneros y sus familias, 16 de nacionalidad estadounidense y otro canadiense.
Robinson dijo que no tiene nuevas informaciones sobre el secuestro de los misioneros, que fueron raptados el pasado 16 de octubre cuando regresaban a casa después de visitar un orfanato en las afueras de la capital haitiana.
No obstante, garantizó que Estados Unidos colabora estrechamente con las autoridades locales con el propósito de llevar a casa lo antes posible a sus ciudadanos.