Los comercios comenzaron a activarse con ofertas, visitantes y los tradicionales regalos, en vísperas del Día de las Madres.
Pese al escenario de pandemia que predomina en el país, así como la incertidumbre económica que ha empañado los planes de muchos dominicanos desde el primero de marzo de 2020, la gente acude a las diferentes tiendas y establecimientos para abastecerse de regalos, para agradar a ese ser que les dio la vida.
En un recorrido que realizó elCaribe por las diferentes arterias comerciales de la capital, se visualizó a ciudadanos adquiriendo obsequios para ese día tan especial que se celebrará el próximo domingo 30 de mayo.
Entre tazas, cerámicas con formas de animales y de tarros, electrodomésticos, accesorios, prendas de vestir y muebles fueron los más ofertados y buscados por la gente en la avenida Duarte.
En esa vía los letreros de ofertas abundaron en ese tipo de mercancías.
La ciudadana Silveria Montero, expresó a este diario que compró un juego de muebles para su madre quien vive en el municipio Duvergé, situado en la provincia Independencia (al oeste del país).
Montero dijo que el pasado año no pudo regalarle nada a su progenitora, ya que estaba en “mala” por la situación del coronavirus que la afectó a nivel económico.
“Me voy ahora mismo a llevarle este juego de muebles a mi madre porque se lo merece. El año pasado no le pude regalar nada porque estábamos en mala. Se lo llevaré hoy allá en Duvergé”, declaró Montero tras adquirir un juego de muebles en una de las tapicerías, ubicadas en Villa Consuelo.
La dama comentó que su madre tiene 54 años de edad y tuvo cuatro hijos de los cuales ella es la más pequeña.
En Villa Consuelo, se observó un flujo de personas escaso aunque las ofertas en joyería y mueblería estaban en casi todas las esquinas.
De acuerdo con los comerciantes de ese tipo de mercancías, la venta estuvo “floja” aunque con la esperanza de que la misma se incremente durante el fin de semana.
Al transitar por la avenida Duarte había una presencia considerable de visitantes quienes ingresaban a las tiendas de accesorios femeninos.
Esos espacios estaban decorados de globos y carteles para atraer a los clientes con ofertas especiales.
Mientras que otros establecimientos tenían clientes que buscaban ropas, calzados y porcelanas para regalar.
Tal fue el caso de Julissa Berigüete, quien dquirió una especie de tarro colorido hecho a base de porcelana.
El artículo lo compró a uno de los vendedores ambulantes que vociferaban todo tipo de cantos para promover sus productos por motivo al Día de las Madres.
“Le llevo tarritos a todas las madres de mi familia, a mi madre, a mis cuñadas y a mis nueras”, enfatizó Berigüete.
Añadió que los tarritos adquiridos los compró como una “ganga” ya que por 100 pesos le vendían tres.