TUCSON.- Más de cuatro millones de trabajadores estadounidenses recibirán 2018 con un aumento de sueldo, gracias a nuevas leyes y regulaciones que entrarán en vigor en 18 estados del país a partir del 31 de diciembre.
El incremento beneficiará a 4,5 millones de trabajadores, de acuerdo con el Instituto de Política Económica.
En el estado de Nueva York la subida está vigente desde el último día del año y su magnitud depende tanto de la zona geográfica donde esté la compañía como del número de empleados que tenga.
En la ciudad de Nueva York las empresas con más de 11 empleados van a empezar a pagar desde el 31 de diciembre un salario mínimo de 15 dólares por hora y además ese mismo día empezará a regir una baja pagada de 12 semanas por maternidad u otras necesidades familiares, que es la más larga de todo el país.
A partir del 1 de enero, el salario mínimo en California aumentará de 10,50 a 11 dólares la hora para empresas grandes (de 26 empleados en adelante), según EFE.
El nuevo año también traerá aumento de salario mínimo para los trabajadores de Michigan, Maine, Hawái, Colorado, Rhode Island, Vermont, Washington y Arizona.
En estados como Alaska, Florida, Minesota, Misuri, Nueva Jersey, Ohio, Montana y Dakota del Sur el salario mínimo se ajustará a la inflación anual.
El salario mínimo a nivel federal se mantiene “congelado” en 7,25 dólares/hora desde el año 2009, por lo que diversos grupos han creado un movimiento nacional que tiene como meta incrementarlo a 15 dólares la hora, especialmente para trabajadores de restaurantes de comida rápida y del sector de servicios.
“El salario mínimo en Estados Unidos simplemente es muy bajo, si tomamos en cuenta la inflación y las necesidades económicas de las familias deberíamos estar pagando un promedio de 21 dólares la hora”, dijo a Efe Tomás Robles, director del grupo LUCHA en Arizona, uno de los impulsores de una ley que lo incrementó a 10 dólares la hora en 2017.
Robles denunció que los que se oponen a legislaciones que aumentan el salario mínimo en el país siempre utilizan los mismos argumentos, entre ellos que cualquier aumento afectará a los negocios pequeños y que causará desempleo o recortes en los servicios.
A su juicio, un buen ejemplo de que están equivocados es Arizona.
“En este estado en 2017 los trabajos en el sector de servicios y en las ventas aumentaron, se crearon más empleos. Vimos que el incremento en el salario mínimo ayudó a inyectar cerca de mil millones de dólares a la economía estatal y el desempleo bajó de un 5 a un 4,3 % en el año 2017, por lo que tenemos más gente trabajando”, dijo.