SANTO DOMINGO.- Al hacer uso de la palabra en la audiencia coercitiva de la Operación Coral, el principal imputado, Adán Cáceres, reveló que todos los días a las 10:00 p.m. ora y canta junto a Rossy Guzmán y Tanner Flete para lograr su libertad.
“Cuando todas las luces del Palacio de Justicia se apagan, nosotros encendemos otra luz que nadie puede apagar. Ahí oramos y cantamos hasta la madrugada”, puntualizó Cáceres con una Biblia en sus manos mientras solicitaba a la jueza Kenya Romero que rechazara la solicitud de prisión preventiva motivada por los procuradores anticorrupción.
La mayoría del discurso del exjefe escolta del expresidente Danilo Medina estuvo basada en referencias directas a la Biblia donde habló del juicio de Pilatos a Jesús y mencionó varios citados que hablan sobre la verdad. Todo esto con el objetivo de convencer a la jueza sobre una falta de intención para escaparse del proceso que se conoce en su contra.
“Sabemos que usted sin miramiento obrará con justicia”, aseguró Cáceres a la jueza Romero mientras arremetía en contra del expediente acusatorio del Ministerio Público.
En ese sentido, el exdirector del Cuerpo de Seguridad Presidencial, adujo que en la solicitud de medidas de coerción “se argumentan muchas cosas apartadas de la lógica” y agregó que el expediente cuenta con premisas sin conclusiones sustentadas.
“Aquí se presente utilizar una lógica sin sentido y sin principios”, enfatizó el militar mientras recomendaba a la jueza actuar en consonancia con la verdad y la justicia.
Antes de su largo discurso, sus abogados pidieron a la jueza rechazar todos los pedimentos del Ministerio Público y, en consecuencia, no declarar el caso como complejo y dejar en libertad a Cáceres por no representar peligro de fuga, según sus defensores.
Asimismo, los juristas explicaron que Cáceres “no tiene razones” para escaparse del proceso no para destruir pruebas porque, como indicaron, ellos mismos llevaron dos cajas de evidencias a favor del imputado.
El Ministerio Público acusa a Cáceres de supuestamente malversar más de RD$3 mil millones durante los ocho años de mandato gubernamental del expresidente Medina.