SANTO DOMINGO.- La leyenda del baloncesto, quien es inmortal del deporte dominicano, Hugo Cabrera, falleció la madrugada de este martes, informó Aldo Leschhorn, excompañero del “Inmenso” en la selección nacional de baloncesto.
Cabrera, quien jugó en el distrital para los equipos San Lázaro, Naco y Los Mina, padecía de cáncer de páncreas, por lo que estuvo por mucho tiempo tratando la enfermedad en Estados Unidos.
El pasado sábado 2o del presente mes, amigos y allegados de Cabrera del Club San Lázaro hicieron una vigilia de oración en nombre de Cabrera.
“El Inmenso”, como le llamaban a Cabrera, nació en la capital en 1953, y fue exaltado como baloncelista en el Ceremonial del año 1998.
Hugo sale de la ciudad capital en el 1963 a la edad de 9 años a residir en la Gran Manzana. Jugó béisbol en toda su niñez. Su equipo de toda la vida era New York y su sueño nunca materializado era jugar con los Yankees.
Jugó para la escuela Joan Of Arc PS 119 en New York City. Y después pasa a Brandeis High School en la misma ciudad, donde lo hace por tres (3) años. En esa escuela fue declarado MVP en 1972. Ese mismo año, hace el Primer Equipo de New York Post. Ahí quedó entre los 5 mejores jugadores de la ciudad, participando en varios Juegos de Estrellas.
Por su destacada actuación en High School, muchas escuelas superiores, buscan sus servicios. Ya se había dado a conocer en todo Manhattan. Jugaba en las Ligas de las Canchas Asfaltadas con hispanos y afro-americanos, los mejores de todo New York. Era un espectáculo verlo jugar.
Luego decide por East Texas State. La razón era sencilla. La oportunidad de jugar desde su primer año y menos requisitos académicos para su entrada. Otras, eso no brindaban.
Hijo del puertoplateño Hugo F. Cabrera García (EPD) y Bolivia Lora Gómez (EPD), originaria de Guayubín. Ella fue la bujía de ser quien es como persona y jugador.
Hugo fue parte de la selección dominicana casi por 20 años en las décadas de los 70 y 80
Sus mayores logros se produjeron como la selección nacional en Centro Básquet 75 y 77. Actuó como refuerzo en torneos de Brasil, Argentina, Venezuela y España. En una época fue considerado el mejor jugador latino de baloncesto.
En el Distrital, se destacó jugando para los clubes de San Lázaro, Naco y Los Mina.
Cabrera, de 66 años de edad, residía en Miami y laboraba como entrenador y colaborador deportivo en el sistema escolar de Miami, antes de su fallecimiento. Tiene 3 hijos y 7 nietos.
Aunque era muy polivalente, físicamente era un atleta dotado con todas las características ideales para el baloncesto, Pero las que más destacaban, era su gran salto vertical el cual le permitía controlar los rebotes, el buen manejo de balón para su estatura en esos tiempos y un excelente tiro de media-larga distancia en suspensión (jump shot).
Ni hablar de su inteligencia para el juego. Hugo lo tenía todo.