Nueva York.- Los representantes del Sindicato de Jugadores completaron este jueves la votación favorable al plan presentado por el comisionado de la NBA, Adam Silver, para comenzar la temporada regular 2020-21 el próximo 22 de diciembre, y con un calendario reducido a 72 partidos.
Ahora solo falta que la Junta de Gobernadores de la NBA también de su aprobación y se comience a trabajar con el calendario de actividades previas al inicio de la competición como son permitir los traspasos antes que el próximo 18 de este mes se celebre el sorteo universitario.
Los representantes del sindicato de jugadores durante las deliberaciones y votación estuvieron en conferencia telefónica con la directora ejecutiva de la organización, Michele Roberts, que trabaja siempre en sintonía con Silver.
La NBA y el sindicato planean discutir la apertura de la agencia libre lo más rápido posible después del sorteo universitario para acomodar el movimiento de los jugadores con una ventana tan corta y de inmediato, a partir del 1 de diciembre, tener la apertura de los campos de entrenamiento.
La liga y los jugadores todavía están negociando los términos financieros de un acuerdo de negociación colectiva enmendado y se espera que esas conversaciones se extiendan hasta la próxima semana, de acuerdo a varias fuentes cercanas a la liga.
Cuando se alcance un acuerdo formal, la liga levantará una moratoria y volverá a abrir la liga para negocios en intercambios antes del sorteo universitario.
La liga cree que un comienzo del 22 de diciembre, que incluye los tradicionales partidos del Día de Navidad en la televisión, les da también margen para que se pueda completar un calendario de 72 encuentros antes que lleguen los Juegos Olímpicos de Verano, a mediados de julio.
El cumplimiento del calendario de 72 partidos sin tener que competir con la celebración de los Juegos de Tokio 2021, permitirá a la NBA recaudar entre 500 (423 millones de euros) y 1.000 (846 millones de euros) millones de dólares más por derechos de televisión a corto y largo plazo.
De nuevo, los jugadores que se habían negado a comenzar la competición, al menos hasta mediados del mes de enero, después del encierro que tuvieron en la burbuja de Orlando, cedieron por completo cuando sobre la mesa Silver les puso la disyuntiva de los millones de dólares que podían perder en salarios si no aceptaban su plan.
La NBA y el sindicato han discutido aumentos significativos en la retención en garantía de los salarios de los jugadores para dar cuenta de las graves pérdidas en los ingresos de la liga durante la pandemia de coronavirus.
Las partes están trabajando para distribuir las pérdidas de los jugadores durante varias temporadas, para que los jugadores no sufran un impacto financiero tan sustancial en un solo año.
La NBA ha retrasado un plazo hasta el viernes que mantiene abierta la opción de rescindir el acuerdo de negociación colectiva, lo que esencialmente haría estallar la estructura financiera de la liga que permite una división 50-50 de los ingresos relacionados con el baloncesto (BRI) según las disposiciones de el CBA.
Debido a que la pandemia desencadenó una cláusula de fuerza mayor en el convenio colectivo, ambas partes tienen la opción de notificar con 45 días de anticipación al rescindir el acuerdo, algo que se espera ya no suceda con la votación de esta noche.
La NBA y el sindicato dividieron el BRI, y la liga dijo recientemente a los equipos que el 40% de esos ingresos podrían perderse sin los ingresos que generan la venta de entradas a los aficionados, que hasta el momento no está permitido que puedan volver a los campos.
Los ingresos relacionados con el baloncesto de la NBA se redujeron en 1.500 millones de dólares ( 1.269 millones de euros) la pasada temporada, según los datos proporcionados a los equipos.
Pero la NBA ya informó también que si durante la temporada del 2020-21 se tiene que competir sin aficionados en los campos, las pérdidas podrían ascender hasta los 4.000 millones de dólares (3.385 millones de euros).