La campaña de reelección del presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este jueves la presentación de una querella en los juzgados del estado de Nevada para detener el cómputo de los sufragios al asegurar que se están contando «votos ilegales».
Nevada es uno de los estados que todavía no han completado el escrutinio y que podría resultar definitivo para elegir al nuevo presidente de Estados Unidos.
Según las proyecciones de los medios estadounidenses, con el 86 % de los votos contabilizados, el demócrata Joe Biden aventaja a Trump por menos de un punto porcentual.
En una rueda de prensa en Las Vegas en la mañana del jueves, la campaña del republicano aseguró tener pruebas de que en torno a 10.000 votantes que ya no residen en el estado votaron en él, una cifra superior al margen de victoria que por ahora tiene Biden sobre Trump y que por tanto podría ser decisiva.
Además, los republicanos también sostienen que en Nevada se están contabilizando sufragios de personas fallecidas.
La querella en Nevada forma parte de la estrategia legal desplegada por Trump, poco después de que se iniciara el cómputo de los votos y se suma a las ya presentadas en Pensilvania, Michigan y Georgia.
Nevada es uno de los llamados estados «bisagra» -que pueden caer tanto del lado republicano como del demócrata- y otorga seis compromisarios al Colegio Electoral de EE.UU., justo el número que necesita Biden, según las proyecciones de medios como Fox News o Politico para llegar a los 270 y convertirse en el futuro presidente de EE.UU.
De los sufragios que faltan por contar, la mayoría se concentran en el condado de Clark, donde se encuentra Las Vegas, una zona de fuerte tendencia demócrata y en la que Biden aventaja a Trump, según las cifras actuales por más de siete puntos porcentuales.