Los precios de casi todos los combustibles subirán desde este sábado, a excepción del GLP que bajará y el gasoil óptimo se mantiene.
Para la semana del 3 al 9 de octubre, el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes dispone que los combustibles se comercialicen a los siguientes precios:
Gasolina Premium se venderá a RD$207.70 por galón sube RD$2.00 por galón.
Gasolina Regular se venderá a RD$198.60 por galón sube RD$1.30 por galón.
Gasoil Óptimo se venderá a RD$156.20 por galón mantiene su precio.
Avtur se venderá a RD$105.40 por galón sube RD$0.30 por galón.
Kerosene se venderá a RD$128.80 por galón sube RD$0.60 por galón.
Fuel Oíl #6 se venderá a RD$ 95.90 por galón baja RD$0.30 por galón.
Fuel Oíl 1%S se venderá a RD$106.70 por galón sube RD$0.30 por galón.
Gas Licuado de Petróleo (GLP) se venderá a RD$112.80/gl: baja RD$1.00 por galón.
Gas Natural RD$28.97 por metro cúbico, mantiene su precio.
La tasa de cambio promedio ponderada por el Banco Central es de RD$58.47.
El ministerio señaló que, debido a que el precio de referencia del barril de petróleo experimentó este miércoles un alza en reacción a una caída sorpresa en las reservas de Estados Unidos de la semana pasada, los precios de los combustibles, en la semana del 3 al 9 de octubre, sufrirán un ligero aumento con relación a la semana pasada.
La gasolina regular se venderá a 198.60 la premium a 207.70 para un incremento de 2.00 y 1.30 pesos por galón respectivamente; mientras que el galón de gasoil regular subirá 1.90 para venderse a 145.40 pesos, el Óptimo mantendrá el precio de 156.20 pesos por galón. El gas licuado se venderá a 112.80 bajando 1.00 pesos por galón.
Según divulgó la Administración de Información Energética de Estados Unidos, las reservas cayeron en 2 millones de barriles la semana pasada, una sorpresa para los analistas que justamente esperaban un aumento de 2 millones.
El West Texas Intermediate (petróleo de referencia) despidió el mes de septiembre con una pérdida de valor que ronda los 5.6% a consecuencia del persistente temor por el aumento de casos de COVID-19 en todo el mundo y su impacto sobre la demanda de crudo. Los operadores ven muy frágil la demanda en momentos que se anuncia un aumento de las infecciones y nuevas restricciones en la movilidad.
La recuperación económica que comenzó en meses anteriores se ha frenado en algunos países y eso podría afectar directamente el consumo petrolero. Además, mientras la demanda de crudo se mantiene limitada, el suministro ha aumentado y los países de la OPEP han apostado por no modificar los recortes ya anunciados.