Singapur comienza la primera fase de pruebas con humanos de una nueva vacuna contra el COVID-19 y se prevé que ésta será administrada a unas cien personas la semana que viene en una primera fase que se prologará hasta octubre.
La nueva vacuna, que ha recibido el nombre de Lunar-Cov19, está siendo desarrollada por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Singapur y la empresa farmacéutica estadounidense Arcturus Therapeutics, informa este sábado el periódico singapurense The Straits Times.
Por el momento, hay 26 vacunas en todo el mundo que se están probando en humanos o han recibido la autorización para hacerlo, mientras que hay otras 139 en fases de investigación previas a la experimentación con personas.
Singapur fue uno de los primeros países en detectar el COVID-19 fuera de China -origen de la pandemia-, y actuó con rapidez para contenerla, por lo que fue citada como un ejemplo por la OMS, pero a partir de finales de abril el virus comenzó a extenderse en barracones donde estaban confinados cientos de miles de trabajadores no cualificados extranjeros.
Más del 90 por ciento de las infecciones se han dado en las decenas de barracones situados en las afueras de la ciudad, donde fueron confinados a partir de abril unos 300.000 trabajadores extranjeros, hacinados en una media de unas 20 personas por dormitorio y en precarias condiciones sanitarias.
En los últimos días, las autoridades han ido desalojando esos barracones y realizado pruebas sistemáticas a los trabajadores, un proceso que, según anunciaron el viernes las autoridades, prácticamente fue completado ayer.