El procurador general de la República, Jean Rodríguez, dejó en funcionamiento la ampliación de cinco centros de corrección y rehabilitación (CCR) que operan en diferentes localidades del país.
Son más de 1,600 nuevos espacios de los 12,000 que están siendo creados en los centros de privación de libertad dentro del Plan de Humanización del Sistema Penitenciario.
El objetivo es poner fin a décadas de hacinamiento y garantizar a los internos programas efectivos para lograr su regeneración y su positiva reinserción social, con la finalidad de prevenir los delitos y la criminalidad.
Las nuevas obras dejadas en funcionamiento corresponden a las ampliaciones de los CCR de Rafey Hombres, en Santiago, con una inversión estimada de RD$113,509,267.48; Puerto Plata con RD$63,584,532.05 y Najayo Hombres con RD$96,467,915.83, que además de ampliado ahora dispondrá de una unidad de máxima seguridad.
También Najayo Sancristobalense con RD$351,423,514.37, donde como parte de la ampliación fue también instalado un nuevo comedor con cocina industrial, y Najayo Mujeres ampliado con RD$95,461,933.34, el cual será el primer centro en la historia del país que tendrá un área especializada materno-infantil para aquellas internas que se encuentren embarazadas, quienes ahora dispondrán de un espacio humano que les permitirá tener con ellas y cuidar a recién nacidos en un espacio diseñado y equipado con esos fines.
Otras ampliaciones
Una nota informativa de la Procuraduría General de la República expresa que, además de esos cinco recintos con una capacidad adicional total de 1,617 nuevos espacios, anteriormente habían entrado en funcionamiento la ampliación del Centro de Atención Integral para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal (CAIPACLP) de Santiago, la construcción de la nueva cárcel preventiva de San Luis y el nuevo CAIPACLP de La Romana.
Explicó que suman ocho los recintos donde se ha implementado este plan, que contempla la construcción de unos 12,000 nuevos espacios con otros que serán ampliados, como los de Elías Piña, Dajabón, San Pedro de Macorís y los nuevos centros de la provincia San Juan y La Nueva Victoria, a fin de erradicar el hacinamiento histórico que por años ha afectado al sistema penitenciario dominicano.
Destacó que dentro de los CCR de La Romana, La Vega, Valverde, Espaillat, Puerto Plata, Santiago y en los tres que funcionan en Najayo, San Cristóbal, así como en el CAIPACLP Batey Bienvenido, en la Penitenciaría Nacional de La Victoria y en la cárcel del 15 de Azua, fueron destinados espacios provisionales como centros regionales de aislamientos para los internos que han dado positivo a las pruebas de COVID-19, permitiendo lograr un efectivo control de la pandemia y contener los contagios en las cárceles del país.
Covid-19 y cárceles
Al dejar en funcionamiento las ampliaciones de las instalaciones de los cinco CCR, el magistrado Rodríguez expresó en nombre de la Procuraduría General de la República su solidaridad al pueblo dominicano que batalla valientemente contra el coronavirus, al tiempo de destacar que continúan trabajando para mantener la seguridad y la salud en las cárceles a nivel nacional.
Manifestó que la pandemia del coronavirus ha sacado a relucir, una vez más, una de las mayores deficiencias históricas del sistema carcelario, como lo es el grave hacinamiento que ha afectado a los privados de libertad en algunos recintos penitenciarios.
“En las circunstancias actuales, esto podría haber sido una verdadera receta para el desastre, ya que el hacinamiento es una de las principales causas de la proliferación de enfermedades dentro de los recintos penitenciarios, sin embargo, hemos logrado salir a camino con menos de un 1.7% de infectados de COVID-19”, manifestó.
Atribuyó ese logro a las numerosas medidas de prevención que han implementado durante la crisis en coordinación con el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Defensa, la Policía Nacional y otros importantes actores, y por otro lado, a la puesta en marcha hace dos años del Plan de Humanización del Sistema Penitenciario, con el propósito de mejorar las condiciones de vida en las cárceles del país.
Rodríguez expresó que “cuando lanzamos este Plan a finales del año 2018, teníamos un objetivo claro, mejorar las condiciones de vida en las cárceles del país, para que, en vez de escuelas de delincuentes, estas se convirtieran en verdaderos espacios de rehabilitación para los más de 26,000 hombres, mujeres y menores de edad que se encuentran privados de su libertad”.
El jefe del ministerio público destacó que las obras son construidas tomando en cuenta, por primera vez, las reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos de la Organización de las Naciones Unidas, mejor conocidas como “Reglas Nelson Mandela”.