El exjefe de un departamento del Servicio Federal Penitenciario de Rusia Víctor Svirídov, acusado de intento de extorsión, se pegó hoy un tiro en un tribunal de Moscú durante la lectura del veredicto que le declaraba culpable.
«El acusado se suicidó durante la lectura de la sentencia, en la sala del juzgado, en cuanto el juez anunció la condena», declaró la portavoz del tribunal, Uliana Solopova, citada por la agencia rusa Interfax.
Svirídov, quien era juzgado por tratar extorsionar a otro alto funcionario del sistema penitenciario por 10 millones de rublos (cerca de 160.000 dólares) se disparó en el pecho y murió en el acto.
La portavoz señaló que las autoridades investigan cómo el acusado logró ingresar al tribunal con un arma.
Según el abogado de Svirídov, Grigori Ivánischev, su defendido «no tenía tendencias suicidas» y no se podría decir que estuviese deprimido.
«Esperábamos una absolución. El tribunal ignoró la circunstancia de que mi defendido padecía de cáncer terminal y lo sentenció a tres años de cárcel», aseveró, al señalar que el suicidio fue una consecuencia de la sentencia.
Ivánsichev afirmó que la investigación fue «superficial» y el tribunal ignoró los argumentos de la defensa.
Svirídov dirigió el departamento de transporte del Servicio Federal Penitenciario de Rusia, pero dejó el puesto hace más de cinco años.
El exfuncionario fue declarado culpable de cometer un delito que se castiga en Rusia con penas de cárcel entre 7 y 15 años, por lo que la condena es inferior al mínimo establecido.
Otro de sus abogados, Alexandr Kotélnitski, declaró a TASS que la defensa esperaba que la enfermedad de Svirídov le exoneraría de la pena de cárcel y le impondría una pena de arresto domiciliario.