NUEVA YORK.- La madre del fallecido lanzador dominicano Yordano Ventura está presionando a Los Reales de Kansas City para que les entreguen $20.25 millones de dólares que le quedaban al pelotero del contrato de cinco temporadas que firmó quedándole tres años por cumplir a la hora del accidente que le cobró vida.
La señora Marisol Hernández apareció en un reportaje publicado esta semana por el periódico Kansas City Star en el que se reseña la historia, pero ella ni el gerente general de los Reales, Dayton Moore quisieron hablar sobre la fase de espera.
Su cadáver fue saqueado por delincuentes y desaprensivos que dejaron sus restos en la carretera y hasta sin las medias que llevaba puestas, según reportes en blogs de la zona.
Aunque la madre está al frente del reclamo, su hija de 5 años figura como la única heredera de su patrimonio, según documentos judiciales revelados por el periódico Kansas City Star, pero se dijo tenía una propiedad, que es una finca que ahora está en bancarrota.
La madre de Ventura es la administradora de la finca y ha contratado abogados para presionar a la MLB a entregarle los $20.25 millones.
La Organización de Grandes Ligas (MLB) y la Asociación de Jugadores están negociando en un proceso que puede complicarse por su falta de precedentes, porque según el informe, Ventura puede ser el primer jugador de la MLB con un contrato de varios años garantizado aunque no lo cumpliera.
En una declaración jurada de bienes, el patrimonio de Ventura se describe como insolvente. Su hija recibió un pago de $12.6 millones en seguros de vida, pero está en un fideicomiso protegido.
Los Reales, la MLB y la madre de Ventura declinaron hacer comentarios al Kansas City Star, aunque Moore dijo que ha estado en contacto con ella.
“La familia Glass ha apoyado mucho a la madre de Yordano”, dijo Moore sobre David Glass, dueño de los Reales.
Ventura, quien ayudó a Kansas City a conseguir el título de la Serie Mundial 2015, cuando vencieron a los Mets, había ganado más de $3 millones en sus cuatro años de carrera, pero también había acumulado deudas.
Debía $2.6 millones de un préstamo que había hecho en un banco, que no pudo pagar antes de morir.