Un halo de luz en la oscura experiencia que vive LeBron James, y con él sus Lakers, desde el pasado 25 de diciembre. Según ha podido reconocer la franquicia el ’23’ podrá volver a los entrenamientos la semana que viene.
“LeBron James fue evaluado por el equipo médico y los físicos en el día de hoy. James, que no viajará con el equipo para la gira de dos partidos (Oklahoma y Houston), ha sido dado de alta para volver a los entrenamientos en el comienzo de la semana que viene, y con eso progresar para volver a las canchas después”, pudieron comunicar los Lakers este miércoles.
Llega, pues, por fin la esperanza en la lesión en la ingle que ha mantenido a James apartado de la normalidad competitiva del equipo, desde la victoria ante Golden State durante la jornada del día de Navidad.
Sin él, siete derrotas
No pasan además por la mejor situación los Lakers, pues la racha del equipo sin su mejor jugador es de 4-7 y los siguientes tres compromisos son ante rivales de holgada categoría: Houston, Oklahoma City y Golden State.
Necesitan cuanto antes los Lakers el regreso de James, no obstante, debido a que su lesión en la ingle es lo más delicado (una recaída sería todavía más latosa) toca ir con tiento.
En conversación para The Athletic, Rich Paul, agente y amigo cercano de LeBron, aseguraba que la dolencia de su jugador precisaba de tres a seis semanas de descanso en un principio y que James ha conseguido completar el progreso de recuperación que, normalmente, tardaría mes y medio en solo tres semanas.
No se precipitarán, pues, los Lakers en el regreso de LeBron y hasta que no esté plenamente recompuesto de su tirón de grado 2 en la ingle, no habrá retorno. Una recaída podría suponer el adiós definitivo a los playoffs esta temporada, así que despacito y letra de lo más legible.
Lo que se sabe por el momento es que desde el lunes de la semana que viene, James ya podrá dejar el reposo, entrenarse y pensar de veras en volver a la competición.