«Ayer fue un gran día, un día increíble. Anoche el Partido Republicano desafió la historia para ampliar nuestra mayoría en el Senado», dijo Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
«Esta elección marca el mayor avance en el Senado del partido de un presidente en su primer mandato desde por lo menos (el mandato del mandatario John F.) Kennedy en 1962», añadió.
Trump no reconoció ningún tipo de derrota a pesar de que los demócratas recuperaron el control de la Cámara de Representantes, y expresó su esperanza en poder trabajar con ellos en legislación sobre «infraestructuras y sanidad», entre otros asuntos.
«Creo que conseguimos algo muy cercano a una victoria completa. Cuando lo miras desde el punto de vista de las negociaciones, realmente creo que tenemos una oportunidad muy buena de llevarnos bien con los demócratas», afirmó.
El presidente aseguró que la mayoría de los candidatos a los que él apoyó en sus 30 mítines de los últimos dos meses «lograron tremendos éxitos anoche», y atribuyó las derrotas de algunos republicanos a que no se ligaron lo suficientemente a él y a sus políticas.
«Mia Love no demostró ningún amor (love) por mí, y perdió. Qué pena», indicó Trump en referencia a una candidata republicana a un escaño en Utah.
El mandatario mencionó en tono burlesco a varios aspirantes conservadores que perdieron las elecciones, y dijo, por ejemplo, que la congresista Barbara Comstock «podría haber ganado, pero no quiso vincularse» a él.
Trump pronosticó que los republicanos recuperarán «tres o cuatro, o dos» escaños en el Senado, cuyos resultados aún no están definidos del todo. EFE