Los residentes en la comunidad El Cachón, de Sabana Perdida, despertaron ayer con el sonido de dos disparos con los que un hombre le quitó la vida a su concubina de 17 años y se suicidó.
Julissa Valdez Sánchez había decidido marcharse de esa comunidad rumbo a Bávaro, La Altagracia, junto a su hija de dos años para alejarse de su compañero Junior Martínez Placencia, de 25 años, un proyecto que éste impidió.
El hecho, que ocurrió minutos después de las 7:00 a.m., frente a la casa marcada con el número ocho de la calle Gregorio Luperón, donde Julissa residía desde hacía 20 días, después que se separó de Junior, fue el trágico desenlace de una turbulenta relación que se inició hace dos años, durante la cual procrearon un niño que hoy tiene ocho meses.
Daniela y Deyanira Astacio Sánchez, hermanas de Julissa, dicen que la situación en la pareja se había puesto insoportable por los celos de Junior, lo que provocaba constantes discusiones entre ambos, la última de las cuales fue la noche del lunes en una de las calles del sector.
Explican que tras esa discusión Julissa le entregó el bebé de ambos y se fue a dormir donde una tía junto a su hija, pero al regresar la mañana de ayer a buscar su ropa para irse a Bávaro, Junior la sorprendió.
Relatan que la pareja se conoció hace más de dos años porque Junior era mensajero de bancas de lotería y Julissa trabajaba en una de ellas.
Vecinos del lugar reportan un incidente en la vivienda entre Julissa y Junior la noche del domingo, en el cual hubo un fuerte intercambio de palabras, durante una de las frecuentes visitas que el hombre hacía al lugar.
Sobre el caso, el vocero de la Policía, coronel Frank Félix Durán Mejía, dijo que se investiga la procedencia del arma homicida, un revólver del cual no se tenía ningún registro hasta ayer.