En la declaración firmada por Kim y Moon, el primero promete cerrar permanentemente Yongbyon, donde el régimen produce el combustible para sus bombas atómicas, siempre que EEUU tome “medidas correspondientes” con lo acordado por ambos países recientemente en la cumbre de Singapur. Pese a que Yongbyon (unos 80 kilómetros al norte de Pionyang) es el epicentro del programa nuclear norcoreano, el anuncio aún tiene un peso más simbólico que real en lo que respecta al proceso de desnuclearización preacordado en junio -y sin ningún tipo de especificaciones- en Singapur.
Primero porque no es la primera vez que Corea del Norte promete cerrar Yongbyon: en 2008 ya derribó ante observadores internacionales su torre de refrigeración para volver a levantarla poco después.
El régimen también pide a EEUU avances en la firma de un tratado de paz -que considera garante de supervivencia en caso de desmantelar su programa nuclear- a cambio de este cierre y además sigue sin revelar el alcance de sus arsenales y sin permitir la entrada de inspectores en áreas clave para el desarrollo de armas.EFE