Como un paraíso escondido se encuentra en la hermosa Ciudad de Samaná la Playa el Ermitaño, poco conocida pero verdaderamente una obra magnifica de la naturaleza que no puedes dejar de conocer.
Tiene 400 metros de longitud y está rodeada de estupendos arrecifes.
Su nombre viene de la impresionante historia del pirata francés conocido como Juan el ermitaño, quien se perdió y se quedo solo en estos lares y tiempo después fue encontrado por sus compañeros de viaje.
Para acceder a este increíble lugar regalo de la naturaleza, puedes hacerlo por dos vías. Puedes hacer una caminata por los alrededores de la vegetación mientras disfrutas de la naturaleza o puedes tomar un barco y en el camino disfrutar de la hermosa vista de montañas, arrecifes y un verdor increíble.
Alejada de la bulliciosa Ciudad esta piscina natural es como un santuario para relajarse y descansar de la monotonía. Este balneario funciona como área de pesca donde también se practica buceo.