Redacción Deportes (EFE).- La selección dominicana se puso al timón del Grupo A del Mundial de baloncesto con una victoria brillante sobre Italia (82-87), pese al despiste de los minutos finales, cimentada sobre el acierto desde fuera de Andrés Feliz, que terminó con siete triples.
Italia jugó desde el minuto 17 sin su entrenador titular, Gianmarco Pozzecco, por dos faltas técnicas en el primer cuarto y una más en el segundo.
El equipo perdió el rumbo, se hundió en el tercer parcial y bajó los brazos al comienzo del cuarto. No pudo completar la remontada que los dominicanos le brindaron en bandeja con la mala gestión final de su ventaja.
Karl-Anthony Towns, el jugador NBA sobre el que reposan gran parte de las esperanzas dominicanas, recuperado para la causa de la selección diez años después, ajustó la mirilla tras un comienzo discreto y acabó con 24 puntos, máximo anotador junto a Feliz, base del Joventut y que puso al equipo en órbita al contagiarle su confianza en el tiro.
Tras su victoria del viernes ante Filipinas (87-81), con su segundo triunfo la selección dominicana ratificó su aureola de probable sorpresa del campeonato.
Italia, que debutó en el Mundial con un cómodo 67-81 ante Angola, se complica su futuro, porque esta derrota la arrastrará aunque pase a la segunda fase.
Los cuatro puntos iniciales de Achille Polonara, tras dos pérdidas de los dominicanos, llevaron al técnico Néstor García a pedir el primer tiempo muerto cuando solo habían transcurrido 47 segundos de partido.
Una decisión que el experimentado entrenador argentino repitió dos minutos después, cuando los italianos ya disponían de un 12-0 en el marcador. Los despistes defensivos del equipo caribeño fueron evidentes y el técnico exigió borrón y cuenta nueva.
El parón surtió efecto y seis puntos de Andrés Feliz devolvieron a los dominicanos al partido, aunque se esperaba aún la aparición de Towns.
Con ambos equipos desacertados desde la línea de tres, el partido se congeló hasta que 2 puntos de Montero y una técnica al banquillo italiano, con tiro libre convertido por el pívot de los Timberwolves, que inauguró por fin su cuenta, reactivaron a las dos selecciones.
El técnico italiano Gianmarco Pozzecco recibió una nueva técnica, enfadado por las faltas no señaladas a favor de su equipo, y el choque entró en una fase de sucesivos errores que terminó con 19-13 para Italia al final del primer cuarto. Towns vio empezar el segundo desde el banquillo.
Dos triples de Andrés Feliz acercaron 23-22 a los dominicanos, que con la dirección de Montero y el tiro exterior del base del Joventut se sobrepusieron a la gran conducción de Spagnolo en las filas transalpinas.
Datome, el veterano del equipo a sus 35 años, se hizo notar con dos canastas que dieron aire a su equipo, mientras Towns, de vuelta a la cancha, firmó su primera canasta en juego (29-24). Poco después logró su primer triple, tras tres intentos fallidos (34-31).
Simone Fontecchio, alero de Utah Jazz, fue un incordio para la defensa dominicana, pero eso no calmó las reacciones coléricas de su técnico y a 2-20 del descanso una nueva técnica al banquillo italiano obligó a Pozzecco a abandonar la cancha camino de los vestuarios (37-31).
Una canasta de Liz, hábilmente asistido por Feliz, puso por primera a República Dominicana por delante (37-38) a un minuto del fin de la primera mitad, aunque Fontecchio reaccionó para permitir a los italianos enfilar el túnel por delante (39-37).
Italia necesitaba mejorar su juego exterior (2 de 9 triples) para retomar el mando del choque. Pero fue Towns, el hombre más alto en cancha (2,11 m), Feliz y Liz los que clavaron sendos triples al comenzar al tercer parcial y colocaron a su equipo cinco puntos arriba (44-49).
Otro 2+1, esta vez de Delgado, confirmó que los dominicanos tenían su momento y debían aprovecharlo. Un triple de Feliz alargó las distancias hasta los 10 puntos (45-55), mientras el Ché García celebraba cada canasta brazos en alto y con abrazos en el banquillo.
Sin referentes, sin un plan claro para defender a Towns, Italia recurrió a la zona y logró entonces buenas recuperaciones, con Fontecchio como el hombre con las ideas más nítidas.
Pero en cuanto el margen bajaba, Feliz se encargaba de reconducir el choque para su equipo con un nuevo tiro de tres.
República Dominicana entró en el último cuarto con trece puntos de ventaja (56-69). Las sensaciones ofrecidas por Italia fueron de mal en peor.
La zona dejó de funcionar, Fontecchio perdió la puntería y Melli estaba atado por sus cuatro faltas y no podía emplearse bajo el aro.
Towns le sacó la quinta a 2-45 del final y casi inmediatamente una antideportiva de Polonara daba a entender que los italianos estaban sentenciados. Los desajustes finales de los dominicanos, confiados en exceso tras haber tenido 17 puntos de ventaja, apretaron las cosas. Un triple, un tiro libre y un tiro de dos de Spissu pusieron a Italia a solo cinco puntos (80-85).
Quiñones eligió entonces la peor opción, con una falta en ataque a 25 segundos del final. Los europeos se acercaron a tres. Quiñones enmendó su error con dos tiros libres y las últimas esperanzas de Italia se fueron por el desagüe con los dos triples seguidos que fallaron Ricci y Spissu, ya sobre la bocina.
República Dominicana completará su pasó por el grupo A el martes próximo ante Angola, mientras que Italia jugará el mismo día contra Filipinas.
Los dos primeros pasarán a la segunda ronda arrastrando los resultados anteriores. 82. Italia (19+20+17+26)- Spissu (17), Tonut (8), Melli (6), Fontecchio (13), Polonara (10) -cinco inicial-, Procida (0), Datome (8), Pajola (4), Ricci (12), Severini (0), Spagnolo (4). Seleccionador- Gianmarco Pozzecco 87.
República Dominicana (13+25+31+18)- Liz (9), Feliz (24), Delgado (7), Quiñones (2), Towns (24) -cinco inicial-, Montero (12), Peña (3), Solano (0), Figueroa (0), Vargas (3), Mendoza (3).
Seleccionador– Néstor García (ARG) Sede– Araneta Coliseum de Ciudad Quezon (Filipinas) Árbitros– Gatis Salins (LAT), Luis Castillo (ESP) y Georgios Poursanidis (GRE).
Expulsaron por técnicas el entrenador italiano, Gianmarco Pozzecco y eliminaron por personales a Nicolo Melli.