Nueva York.- Los premios Grammy, los más importantes de la industria musical de Estados Unidos, regresan mañana a Nueva York para celebrar una 60 edición marcada por la diversidad de sus nominados y la concienciación contra el acoso sexual.
Parten como favoritos los raperos Jay-Z y Kendrick Lamar, candidatos en ocho y siete categorías, respectivamente, incluidas las de mejor álbum y mejor grabación, a las que optan también Bruno Mars (6 nominaciones) y Childish Gambino (5).
El estilo R&B-pop de Bruno Mars en su álbum “24K Magic” lidera las apuestas, aunque despierta expectación la nueva incursión del hip-hop en el ámbito “mainstream”, con “4:44”, de Jay-Z, y “Damn.”, de Kendrick Lamar, rivalizando para intentar darle ese premio a su género musical por primera vez en 14 años.
La cantante neozelandesa Lorde completa el elenco de aspirantes al disco del año con “Melodrama”, mientras que los intérpretes boricuas Daddy Yankee y Luis Fonsi lo hacen en la categoría de grabación por su colaboración con Justin Bieber en el éxito latino “Despacito”.
Se trata de la primera vez desde 1999 que no hay hombres blancos nominados al mejor álbum, y ese año, la competencia por el reconocimiento fue eminentemente femenina, entre Sheryl Crow, Lauryn Hill, Madonna, Shania Twain y la banda Garbage, liderada por Shirley Manson.
Criticados en el pasado por su falta de diversidad, los Grammy parecen hacer escuchado la frase “Stay woke!” (¡Despierta!) que Childish Gambino ha popularizado en los últimos meses con su grabación “Redbone”, incluida en el álbum “Awaken, my love!”, ambas candidatas a sendos gramófonos.
En este sentido, junto a los artistas negros, los latinos ganan este año visibilidad en la primera línea de los galardones gracias a Yankee y Fonsi, nominados también a la mejor actuación pop en grupo y a la mejor canción, que reconoce a los compositores.
Los intérpretes de “Despacito” pueden hacer historia en los Grammy si se erige como canción y grabación del año: el último tema de habla no inglesa en hacerlo fue “Nel Blu Di Pinto Di Blu (Volare)” (1958), de Domenico Modugno, en italiano. Además, sería el primer triunfo para un tema predominantemente en español.
La presencia de mujeres en las principales categorías es baja, aunque destaca entre los nuevos artistas -Alessia Cara, Julia Michaels y SZA, junto a Khalid y Lil Uzi Vert- y gana contundencia en la mejor actuación individual de pop, a la que concurren Kelly Clarkson, Kesha, Lady Gaga y Pink, frente a Ed Sheeran.
No obstante, muchos artistas en los Grammy mostrarán su concienciación a favor de la igualdad de género y contra el acoso sexual llevando una rosa blanca en apoyo al movimiento “Time’s Up”, surgido en respuesta a los escándalos que han sacudido Hollywood.
Mientras que en los atuendos de los últimos Globos de Oro dominó el color negro en solidaridad con la causa, en esta ocasión previsiblemente se llevarán esas flores, como han asegurado ya que harán Lady Gaga, Kelly Clarkson, Camila Cabello o Cyndi Lauper.
La gala, presentada por el humorista James Corden, contará con estrellas del entretenimiento para la entrega de cada premio, entre ellas los cantantes Tony Bennett, Alicia Keys, John Legend y Nick Jonas o las actrices Katie Holmes y Anna Kendrick.
En el escenario también actuarán una treintena de artistas de lujo, muchos de ellos nominados, como Childish Gambino, Daddy Yankee y Luis Fonsi, Kendrick Lamar, SZA, DJ Khaled, Sting, U2 y Emmylou Harris, quien recibirá un homenaje a su carrera junto a Queen, Tina Turner y Neil Diamond.
Los Grammy tendrán lugar en el Madison Square Garden de Nueva York, un breve regreso a la Gran Manzana tras pasar los últimos 15 años en Los Ángeles, donde volverán a celebrarse en 2019.